Este es ejercicio de académico de los alumnos de Tercer Semestre de Comunicación Social para la Paz

 



ZONA RURAL

(Melina Solano, Fredy Larrota y Daniel Romero)

"Estamos al borde de una amenaza forestal tras la inminente progresión de las construcciones hacía la zona rural. Los hermosos amaneceres desaparecerán y el turbio día llegará”, son las palabras apocalípticas de  Omar Martínez, un proteccionista del medio ambiente por naturaleza y profesión.

Vivimos en una ciudad caótica en donde el acontecer diario se torna espinoso, bajo la majestuosidad de los cerros orientales  se presenta un enfrentamiento entre las firmas constructoras y los defensores del medio ambiente.

A través del tiempo, Chapinero se ha consolidado como un sector privilegiado y propicio para el comercio, el estado y en especial la vivienda. De allí, el interés de las constructoras y pobladores de la ciudad en instalarse en el sector, generando así un problema ambiental por las construcciones e  invasiones  que están ocupando las reservas forestales de los cerros orientales en donde la tala de árboles deteriora la riqueza natural y ecosistemas asociados de la zona rural.

Este problema no es reciente. Se remonta a la tercera década del siglo XX en donde  la  gran cantidad de tierra libre para la construcción  en la zona de los cerros se convirtió en el lugar preferido de las edificaciones de la época. Los hermanos Pardo, de Cementos Samper, tenían  una central de mezclas en el lugar que ocupa hoy la Universidad Javeriana, existía una fábrica de cal en la calle 47 con carrera séptima; igualmente de la montaña se extraía piedra, carbón, arena y madera. Situación que generó la explotación minera de la zona propiciando así el levantamiento del pavimento de la calle 50 con carrera 16 y por ende la suspensión de la obra de cementos Samper.

El modelo de desarrollo propuesto por los constructores sugiere la evolución de la urbe hacia una modernización no sólo del sector de Chapinero sino una urbanización general rodeada de inconstantes variables.  La primera, las nuevas tendencias  en las políticas constructivas, es decir,  la modernización y la toma de recientes tecnologías utilizadas para la edificación y la segunda, la invasión de la zona rural que representa alrededor de 2.500 hectáreas de las 3.800 destinadas al territorio rural  de Chapinero también llamado Verjón Bajo según cifras estadísticas del DAMA.

Los informes de la Alcaldía local indican que el Verjón Bajo, comprende la mayor parte de la localidad y que además se constituye como una de las zonas rurales más grandes de la ciudad. Convirtiéndose así  en la otra cara de Chapinero, una cara verde,  tan verde como sus paisajes cubiertos de hermosa y frondosa arboleda.

La otra realidad

Colombia ha vivido durante siglos con la contracultura del despilfarro de sus recursos naturales, de la desaparición de sus bosques, que se manifiesta en la incomprensión sobre la necesidad de la producción forestal como uno de los condicionamientos del desarrollo.

La misma falta de cultura que pone en juicio Omar Martínez: "Nadie se ha atrevido a juzgar la modernización de la urbe puesto que los citadinos son partidarios de la urbanización para embellecer su entorno; el problema no los afecta, simplemente no les infiere pues no son ellos los que directamente participan, sólo son un componente más de la comunidad”. 

Jairo Moreno, habitante de la vereda el Manzano ubicado en el Verjón Bajo afirma que la  pretensión de los residentes de la zona limitante es descabellada ya que al poner en marcha de nuevo las construcciones desplazarían a la minoría rural  que se encuentra establecida en esta zona.

En el área rural se encuentran alrededor de 1.130 familias de estratos uno y dos que temen al auge  de las construcciones que podrían significar el desplazamiento masivo de sus propiedades. Propiedades que además de encontrarse en riesgo de ser demolidas no están notificadas al distrito- alega el constructor Ivan Peñaranda.

La realidad natural

La ingeniera Forestal María Córdoba afirma que "al ser talados los árboles sería deteriorado gran parte del  enriquecimiento natural. Estos  son considerados como un pulmón para la humanidad y  garantizan el buen oxigenamiento". 

"Al construir, si se utilizan las reservas del cerro, como la piedra, la madera, el carbón y la arena para beneficios propios de la edificación, se beneficiarían las empresas constructoras, ya que muchos de  los componentes de la construcción los tendrían a la mano. La naturaleza siempre ha permitido oir su voz a quien ha abierto sus sentidos, su mente y su corazón para escucharla, o ha obligado a oir su dramático grito de protesta a través de los que nosotros arbitrariamente rotulamos como desastres naturales a los cuales nos oponemos firmemente nosotros los ambientalistas” apuntó la ingeniera.

La naturaleza no es sólo una parte ambiental para el embellecimiento de la ciudad, existe porque es fundamental para el desarrollo de la vida de los seres humanos, también porque las zonas de diversión necesitan ser ambientadas y son fuente de vida de otros seres.

Este es el dilema que embarca a la zona limítrofe rural – urbana. Con  ponencias diferentes de constructores y ambientalistas, parcialmente defienden sus posiciones, los constructores sostienen que gestar desarrollo a través de la edificación daría paso a la era de la modernización de la urbe, puesto que Chapinero es amplio  epicentro urbanístico. Los ambientalistas exponen que se debe respetar el límite entre lo rural y lo urbano ya que si se da origen a la construcción  masiva en los alrededores del cerro se llevaría a cabo  la explotación de los recursos naturales pertenecientes a la zona rural.

El que antes se constituía como un mar de contradicciones se ha convertido  en un océano de dilemas. El  pequeño proceso que comenzó en 1928 con las construcciones de Cementos Samper hoy florece con más de 30 propuestas que llegan mensualmente a Planeación Distrital con el mismo objetivo; la expansión de la zona urbana apropiándose del espacio delimitado para la zona rural.


  Accidentalidad   Adopción   Arte   Autoempleo

Banco de tiempo   Bunker fantasma  Cáncer  Capoeira  Centro Metropolitano 

Cerros   Comunicación   Contraste de color   Chapinero joven   Tatuaje 

Eutanasia  Fútbol  Graffiti  Guerra en Irak   La mordaza  El Campín

  Medio ambiente   Desescolarización   Mueren teatros   Satanismo   Sexo adolescente   Skinhead  Almacén Tía